Ahí estaba ella, con su tímida mirada, acechando desde un rincón.
Ahí estaba, bailando al son de la música
Danzando al son de besos y brazos que apretaban
Lenguas que desenfrenaban
Sus cabellos y los míos
Su increible mistiscismo
Pasión desatada
En esa noche de alcohol
Lujuria y sensualidad
Poesía incontenible
Un estremecimiento de su cuerpo
Y el baño del After Cómplice
De sus devaneos y los mío
Local clandestino y sus labios clandestinos
Su blusa y su cuello
Su olor y su piel
La noche partía desbocada
y me dejaba embriagada de febrilidad
Atena