Entre ellas hiló fino la seducción
la cadencia de su cintura sumergió el índice
esperó un breve segundo...
el pantalón hacía estragos
las manos volaban por los cinturones
ya no quedaba cárcel
la libertad era cosa de milésimas
botón tras botón
la blusa se abría al convite
las manos sudaban las venas
la respiración cabalgaba desbocada
ahogado era un gemido
al galope raudo los cuerpos
y en el último diván
el verdadero film transcurría
4 comentarios:
yo nunca sé bien qué decir... ya sabes como me faltan las palabras a veces y me cuesta decir algo que no vaya a aportar :x.
Me gustó esta imagen: las manos sudaban las venas pese a que no la entiendo, es muy evocadora...
besos!
Hace tiempo que no te escribiamos, asi que aprovechamos de dejarte nuestros saludos.
Las Choras del Puerto
Precioso texto. Me encantó. Muy directo, muy erótico...
Una descripción increíble. Transporta a esos sillones. Gracias Atena.
Publicar un comentario