Tus ojos se entrecierran en un convite, acierto, entonces, a invadir tus pupilas. Nuestro lenguaje se hace más inevitable...coqueteas, lo sabes...
Deambulo entre tu piel, lentamente un abrazo, jugamos y entonces te creo dispuesta, mas rehuyes quitándome control, me tomas por acecho...no...no...jadeo...te acercas con esos labios trémulos e incentivas mi imaginación fabulándome cómo sería si traspasásemos ese portal.
Luego abres tu blusa, malvada...digo entre suspiros, me muestras, no puedo tocarte, ríes y juegas..."el juego comienza" me adviertes, conoces mis impulsos irruptores.
Nos decíamos verdades, era la primera vez que hablábamos esos temas....ficcionamos un juego de verdades, no hacía falta, pues ya estábamos dispuestas a decirlo.
El deseo afloró en cada pétalo de la tarde veraniega, te negabas, conocía tu deseo...te sabía mía de antemano, me sabía tuya con asombrote escapabas, ya habías iniciado el juego, jugaste con fuego, nos quemamos, cuando asalté la cama de enfrente y mis brazos se deslizaron, captores, por los tuyos.
Te moviste instintivamente buscándome, ahí estaba, aunque no podías aceptarte un renuncio.
Prisionera de mis brazos, luchábamos piel a piel, escapabas, te reías, te buscaba, tu cuello era asediado por mis labios.
Corrimos, cazador y presa, la pared fue nuestra cama...tus cabellos, los míos...
Respiramos a hilitos, tras esos segundos de pasión desatada nos contuvimos...había que detener el torrente que amenazaba con salir..
Un café, nuestras manos temblaban, te vas? pregunté deseosa de una negativa, mas la suerte ya estaba echada.
Aún recuerdo el zaguan desesperado por tu partida, nuestros latudis furioso, y tu nombre flotando en mi almohada, húmeda de tí, del recuerdo de tu piel.
Aún recuerdo tus cabellos cayendo por mi vientre....
Aún recuerdo...aquel instante entre tu piel.
Atena